jueves, 8 de marzo de 2007

Diez cosas que puedes hacer para salvar los océanos

En la web de greenpeace he encontrado esta lista donde proponen que podemos hacer nosotros para proteger los océanos.

Hay más de diez, por supuesto, así que, ¿por qué quedarse aquí? Consulta nuestra página Toma medidas, en la que estamos incluyendo otras formas de colaboración permanente. Para empezar, aquí tienes diez cosas que puedes hacer todos los días del año...

  1. ¡Hazte Defensor de los Océanos! Suscríbete y empieza a tomar medidas hoy mismo. ¡Anima a tus amigos para que se suscriban!
  2. Pide a los políticos que apoyen la creación de reservas marinas "restringidas" para proteger los ecosistemas marinos y restablecer la industria pesquera.
  3. Consume menos pescado y marisco, y entérate de dónde procede. ¿Qué tipo de pescado es? ¿De dónde procede y cómo fue pescado? Evita el pescado que procede de reservas reducidas, pescado ilegalmente, con redes de arrastre de fondo o mediante un proceso que conlleva gran cantidad de capturas incidentales. Evita los productos de piscifactorías como las gambas y el salmón.
  4. Ayuda a luchar contra el calentamiento global, que está causando estragos en los ecosistemas marinos, desde los trópicos hasta las zonas polares. Limita el uso del coche y usa en su lugar el transporte público (o la bicicleta), pásate a las energías renovables, compra comida y productos cultivados y fabricados en la zona, y evita viajar en avión siempre que sea posible. Consulta nuestra página "12 pasos", donde encontrarás otras maneras sencillas de ahorrar energía.
  5. Reduce la cantidad de sustancias nutritivas que fluyen en los océanos, que causan el crecimiento de algas y la aparición de zonas muertas en el subsuelo marino, evitando el uso excesivo de fertilizantes y comprando productos de cultivos orgánicos.
  6. Mantén limpios los océanos. Reduce al mínimo el uso de plásticos: no uses bolsas de plástico, por ejemplo, y recicla tanto como puedas.
  7. Reduce las sustancias contaminantes que fluyen en los océanos. No uses pesticidas y pide a los fabricantes y a los políticos la retirada progresiva de contaminantes persistentes como los BPC y el cloro.
  8. Si compras peces tropicales, asegúrate de que se criaron en cautividad y que no fueron sacados de arrecifes. A menudo, los peces tropicales se pescan usando cianuro y otros métodos destructivos, y gran parte de ellos muere antes de llegar al mercado. Consúltalo en la tienda de mascotas.
  9. ¡Ayúdanos a salvar a las ballenas! Si vives en, o visitas periódicamente un país que esté a favor de la caza de ballenas, haz saber al gobierno que estás en contra de esta práctica y que crees que su postura es inaceptable. Si vives en, o visitas periódicamente un país que esté en contra de la caza de ballenas, felicita al gobierno y pídele también que aumente la presión para erradicar esta práctica, dada la posibilidad inminente de que el lobby a favor de la caza de ballenas tome el mando de la Comisión Ballenera Internacional.
  10. Y por último y no por ello menos importante: ¡corre la voz! Háblales a tus amigos, amigas y familiares de los problemas y las soluciones, que acosan a nuestros océanos. Escribe cartas a los periódicos hablando de temas relacionados con los océanos.

Para fabricar el ordenador en el que lees esto se consumieron 1.500 litros de agua

(Internacional)

El cambio climático es la consecuencia más grave del desarrollo incontrolado de la industria y el transporte. Pero no la única. La tercera revolución industrial, la de la informática, no es mucho más limpia que la del acero o la gasolina. Hasta 240 kilos de combustibles, 22 kilos de productos químicos y 1.500 kilos de agua hacen falta para fabricar un ordenador medio, muy parecido al que estás utilizando en este instante. Así constaba en un estudio de 2004 realizado por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) y el investigador alemán Ruediger Kuehr.

Por eso, la ONU y los fabricantes de ordenadores se plantean ahora no sólo cómo reducir la cantidad de recursos que se consumen a la hora de fabricar las máquinas, sino cómo evitar que esos materiales acaben en la montaña de basura electrónica que genera el avance continuo de las tecnologías. Una montaña de 40 millones de toneladas métricas que, dividida en camiones, abrazaría la mitad de la circunferencia de nuestro planeta.

Para atajar el problema, la UNU, el Programa de Medio Ambiente de la ONU, la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU, universidades de los cinco continentes y empresas como Dell, Microsoft, Hewlett Packard o Philips se han unido en la iniciativa ‘Solucionar el Problema de la E-Basura’ (StEP, en sus siglas en inglés).

Este programa, que se presenta hoy, pretende estandarizar a nivel mundial los procesos de reciclado globalmente para recuperar los componentes más valiosos de la basura electrónica, extender la vida de los productos y armonizar las legislaciones y políticas. En este sentido, Klaus Hieronymi, gestor medioambiental de HP en Europa, declaraba que uno de los mayores problemas para el reciclado de e-basura es la falta de una legislación homogénea, especialmente en Europa, donde conviven hasta 30 regulaciones diferentes.

El otro factor es que para la producción de electrodomésticos y ordenadores se utilizan metales preciosos, como el oro o la plata. Pero la creciente demanda de otros metales los está convirtiendo en materiales de extremo valor. Es el caso del indio, un derivado del zinc que se utiliza en más de 1.000 millones de productos cada año, desde pantallas planas a teléfonos celulares.

En los últimos cinco años, los precios del indio se han multiplicado por seis, y ya es más caro que la plata. Aun así, el reciclado de indio sólo se realiza en un puñado de instalaciones en Bélgica, Estados Unidos y Japón, país donde a través del reciclado se obtiene casi la mitad de sus necesidades de ese material. Y este elemento es sólo un ejemplo.

Fuente: El País