domingo, 7 de enero de 2007

La Madera, el material del futuro


Escrito por Josu Jauregui

La madera es probablemente la única materia prima renovable que se utiliza a gran escala y en la que su aprovechamiento no daña al medio ambiente.
En la década de los sesenta un Director General de la División de Montes de la FAO, escribió un libro que titulaba “MAÑANA LA EDAD DE LA MADERA”.

En realidad la Edad de la Madera no puede circunscribirse a un período mas o menos largo de la humanidad, ya que es un material que de forma permanente y continua ha estado presente a lo largo de toda la historia de la civilización en casi todas las actividades del hombre.
Su tecnología ha ido evolucionando. Se han mejorado las propiedades de sus productos derivados, han surgido nuevos productos que han ampliado su campo de aplicación y se han complementado con otras materias primas para mejorar sus prestaciones.


Aprovechamiento del bosque
Un bosque ordenado permite la corta periódica de árboles sin que por ello se extinga o deteriore. Solamente se corta el volumen de madera que ha producido la masa forestal en un año.
Un bosque que evoluciona libremente, sin intervención humana, acaba conservando una gran proporción de pies enfermos, viejos, partidos por rayos, derribados por el viento, etc.
En los bosques ordenados, las masas tienen una producción constante o creciente y su volumen en pie no disminuye. En muchos países del hemisferio norte, la masa forestal ha aumentado cuando se han establecido programas y planes para su aprovechamiento.
Se está ultimando una negociación a nivel mundial, promovida por la ONU, que impedirá el comercio de madera que no proceda de bosques gestionadas con un criterio perdurable. Este hecho cobra especial relevancia, hoy más que nunca, en las zonas tropicales, fuertemente agredidas por intereses muchas veces ajenos a la industria maderera.
La repoblación en zonas donde ha desaparecido el bosque, y en especial el bosque tropical, proporcionará abundante madera para el futuro. El aumento del rendimiento logrado con la mejora genética ayudará a garantizar la disponibilidad de madera para las generaciones futuras. La industria de la madera es la más interesada en conservar y mejorar los bosques, puesto que además de proteger los valores de equilibrio ecológico del planeta es la fuente de aprovisionamiento de materia prima con la que trabaja.
Un producto ecológico
Los recursos naturales se empiezan a ver como un bien que ha de administrarse sabiamente, puesto que ha de ser la herencia para las futuras generaciones. Los factores que contempla el “desarrollo sostenido” se podrían resumir en los siguientes:

a.- Ahorro energético.
La energía necesaria para la fabricación de la madera es nula. El árbol utiliza la energía solar (función clorofílica).
El consumo de energía en el proceso de transformación de la madera es muy inferior cuando se compara con los del acero, aluminio o cemento:

-1 tonelada de madera 430 Kwh
-1 tonelada de acero 2.700 Kwh
-1 tonelada de aluminio 17.000 Kwh


b.- Respeto al medio ambiente y equilibrio ecológico
El aprovechamiento de los bosques ordenados conjuga el aspecto productivo (la obtención de la madera), con el respeto al medio ambiente y la conservación del equilibrio ecológico.
La tecnología desarrollada permite procesos de fabricación en los que se han incorporado los más sofisticados controles para asegurar la calidad en todas sus fases y en el producto final, así como para evitar el deterioro del medio ambiente.

c.- Reciclabilidad y ahorro de materia prima
Una vez finalizado su ciclo de vida, la madera se recicla o se revaloriza como abono o energía calorífica, sin contaminar el medio ambiente.
Si se incluyeran los costes de reciclabilidad o eliminación de residuos en el precio de los productos industriales, pocos materiales podrían competir con la madera.
Las mejoras en las técnicas de fabricación y los nuevos productos, aprovechan todos los residuos de mecanización de otras industrias (aserraderos, embalajes, palets, etc.), de tratamientos selvícolas como podas o aclareos y de repoblaciones con especies de crecimiento rápido.
Se puede hablar de un aprovechamiento integral de la madera. La parte que no resulta apta para su incorporación a los procesos productivos, como la corteza, se aprovecha también transformándola en energía.


La madera como material técnicamente avanzado

La madera es un material fabricado por la naturaleza con un elevado grado de especialización y de complejidad. Tiene una estructura tubular hueca cuyos componentes principales son los siguientes:

- La celulosa, arrollada helicoidalmente en la pared tubular, con una resistencia a la tracción de 10.000 Kp/cm2 (superior a la del acero).
- La lignina, que constituye la masa de la pared tubular, actuando como aglomerante de la celulosa, con una resistencia a la compresión de 2.400 Kp/cm2 (superior a la del hormigón).


Esta estructura de haz tubular y hueca, realmente optimizada, en la que cada tubo puede considerarse como una columna hueca zunchada gracias a la disposición de las cadenas de celulosa, permite una economía de peso sorprendente al compararla con su resistencia.
En la actualidad los materiales compuestos de reciente aparición utilizan estrategias similares empleando dos materiales con diferentes propiedades que se complementan para lograr un resultado óptimo.
Los logros que alcanza la naturaleza con este material se ejemplifican en el árbol de la Ukola. Este coloso del bosque tropical tiene 120 metros de altura con la copa de ramas azotada por el viento, con tan sólo una sección de empotramiento de 6 metros cuadrados. La columna de Trajano, con 40 metros de altura tiene una superficie de apoyo de 9 metros cuadrados y la Torre Eiffel con 300 metros de altura, se apoya en una base de 10.000 metros cuadrados.
A toda esta complejidad y eficacia de su estructura hay que añadir una facilidad y economía de medios para su transformación y trabajo. Las herramientas y los medios de unión son realmente sencillos.
Finalmente son innegables las ventajas estéticas y de calidez de su aspecto que la convierten en un material deseado en cualquier ambiente.


Tecnología
El conocimiento de la madera y el desarrollo de su tecnología en los aspectos de secado, técnicas de tratamiento y transformación permite garantizar el éxito en su utilización.
La naturaleza higroscópica de la madera conduce a las variaciones dimensionales como consecuencia de los cambios de las condiciones higrotérmicas del ambiente. Las técnicas del secado permiten conseguir el contenido de humedad que la madera tendrá en el lugar de colocación, de tal forma que se reducen sus movimientos al mínimo.
El origen orgánico de la madera la hace susceptible de ser degradada por organismos xilófagos. Este hecho permite considerarla como un material naturalmente biodegradable. Sin embargo, para la actuación de la mayoría de estos organismos xilófagos, se requieren contenidos de humedad o situaciones que no son frecuentes en una construcción bien concebida y mantenida.
Las técnicas de tratamiento y los productos protectores de la madera permiten en la actualidad evitar los riesgos de ataque en las situaciones comprometidas. La protección de los materiales de construcción frente a la agresión del medio (tratamiento contra la corrosión del acero, anodizado del aluminio, recubrimientos mínimos en el hormigón armado, etc.), son procedimientos asumidos por la práctica. Sería por tanto injusto pretender utilizar la madera sin ninguna protección, si las condiciones de utilización lo requieren.
La madera es un material combustible a temperaturas relativamente bajas. Este fenómeno, evidente para cualquier persona, crea una desconfianza, generalmente poco meditada, hacia su utilización en la construcción.
Las causas de los incendios no se encuentran generalmente en los materiales estructurales (incluida la madera), sino en los elementos de carácter decorativo, revestimientos, mobiliario, instalaciones hacia las cuales no siempre se mantiene la misma desconfianza.
En el caso de la madera existen razones que permiten un buen comportamiento ante el fuego, en una situación de incendio:

- la baja conductividad térmica hace que la temperatura exterior no llegue rápidamente al interior.
- la carbonización superficial, con una conductividad térmica inferior, aumenta el efecto anterior.
- la dilatación térmica es despreciable.
- los gases de la combustión no son tóxicos


De esta forma es fácil conseguir tiempos elevados de estabilidad al fuego para los elementos estructurales, con el fin de permitir la evacuación del edificio o la extinción del incendio.
Debe recordarse que la tecnología de la transformación de la madera, en evolución continua en las últimas décadas, ha permitido todavía una optimización mayor de sus características y propiedades. La industria de los tableros ha conducido a la obtención de elementos constructivos de gran superficie y con mejora de sus propiedades en todas las direcciones de su plano. La tecnología de la madera laminada, la madera microlaminada y los productos prefabricados de composición mixta, se orientan hacia una especialización y optimización cada vez mayores .


Fuente: Asociación de Estudios Geobiológicos, GEA.

No hay comentarios: